El H. Ángel Diego García Otaola, Director del Secretariado de Solidaridad, inició el 19 de marzo su visita a nuestra Provincia, comenzando por Argentina, en la Casa Provincial, para tomar contacto con el trabajo que se lleva a cabo en esta unidad administrativa en el ámbito de la Educación, en y para la Solidaridad y la Promoción y Defensa de los Derechos de niñas, niños, adolescentes y jóvenes. El próximo domingo, 23 de marzo, partirá hacia Paraguay, donde visitará otros Centros Educativos de Cruz del Sur.
El H. Ángel Diego, maestro, psicólogo y máster en Ciencias Religiosas nacido en Burgos (España) en 1975 y Marista por vocación desde 1995, llega por primera vez a nuestro país y durante su estadía tomará contacto con algunas de las obras de Argentina y Paraguay y con sus responsables y animadores.
Después de una recorrida por la Casa Provincial, que le permitió conocer la Fundación Marista y la Editorial GRAM, y un primer encuentro con el Equipo de Animación de la Solidaridad, su recorrido incluirá visitas al Colegio San Luis y al Centro Educativo Comunitario “H. Isla”, de La Plata, al CEC de Tigre y al Colegio, la Basílica y la Villa Marista de Luján.
En Paraguay, tomará contacto con la Coordinadora por los Derechos del NNyAJ, con quien el Instituto proyecta trabajar el EPU del país, y también lo recibirá el Colegio San Pablo, de Asunción, donde se encontrará con el Centro de Estudiantes, los animadores del Proyecto “Buen Trato” y del EPPE y quienes participaron en la elaboración del último EPU. A continuación visitará el Centro Educativo Champagnat de Empalado, donde dialogará con estudiantes y docentes y se informará sobre el trabajo en Red y la experiencia con el Protocolo de Protección, entre otros. También está prevista su llegada al Centro Educativo Inmaculada Concepción, de Caaguazú. Allí, en un encuentro con estudiantes y directivos, recibirá detalle de la Campaña “Defiéndete” junto a las familias y de una experiencia de incidencia en el Consejo de Niñez Municipal. En el Centro Educativo Sagrada Familia, de Limpio, será informado sobre la incidencia en la comunidad del Proyecto “Buen Trato”, luego de lo cual regresará a la Argentina, más precisamente a la ciudad de Rosario, para conocer la labor de la Escuela Marcelino Champagnat de La Boca y el Colegio Nuestra Señora del Rosario.
No obstante su intensa agenda, una entrevista con el Equipo de Comunicación Provincial nos permitió conocer las expectativas de su visita y algunas reflexiones para atesorar.
― Bienvenido a nuestro país, H. Ángel. Nos gustaría saber más sobre el Secretariado de Solidaridad que hoy lidera…
― Estoy aquí, y es un gusto, en nombre del Secretariado de Solidaridad creado en 2019 como fruto de la reflexión del Consejo General a partir de las llamadas del último Capítulo General con el propósito de dar una mayor impronta a la Solidaridad.
Aun cuando anteriormente se hacían ya algunos trabajos en el campo de la Solidaridad a través de la ONG FMSI (Fundación Marista para la Solidaridad Internacional), el Consejo General decidió que trabajáramos en conjunto pero que el nuevo Secretariado pusiera en valor al menos las áreas de Solidaridad más importantes de la Misión sin que esto signifique excluir al resto, que intentamos ir incluyendo.
Inicialmente nos abocamos a tres ámbitos: Educación en y para la Solidaridad, Derechos del NNAyJ y personas vulnerables y Ecología integral.
Con el paso del tiempo y de ir conociendo más la realidad, descubrimos que había otra área que necesitaba ponerse en valor: las obra sociales (lo que aquí son los Centros Educativos Comunitarios). Y actualmente existe también un área medio nueva que intentamos coordinar de ONGS y Fundaciones de Solidaridad. No es un área estrictamente nombrada como tal pero ya estamos trabajando en ella y tenemos en mira otra serie de áreas que de momento no hemos podido desarrollar, como migrantes, pueblos originarios, refugiados… Estamos en el proceso de ir creando mayor sensibilidad…
― ¿Cuál es el objetivo específico de la visita?
― Argentina es una parte de la Provincia Marista Cruz del Sur y nos interesa conocer el trabajo que se está haciendo in situ en el país. Ya conocemos la obra que se lleva a cabo en Uruguay y a continuación viajaré para tomar contacto directo con las comunidades de Paraguay.
Entre ustedes, procuraré conocer algunos Centros Educativos Comunitarios y fortalecer los vínculos, que cada vez son más estrechos, con varios delegados de las áreas de Solidaridad, Derechos, Voluntariado, de modo de seguir estableciendo cercanía en áreas concretas de trabajo.
También voy a interiorizarme del trabajo que realizan aquí con las Mesas BICE (de la Oficina Internacional Católica de la Infancia, compuesta por más de 70 organizaciones en el mundo comprometidas en la defensa de la dignidad y de los derechos de niño/a) en las que Cruz del Sur participa como miembro activo en el nombre de FMSI de Roma y con el Movimiento Mundial de la Infancia (una alianza estratégica de organizaciones que trabajan por la promoción, protección y defensa de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes en la región).
La idea es ir conociendo estas dinámicas que ya existen de comunión, de sinergia, conocerlas más cercanamente y ver de qué forma se pueden seguir potenciando.
Luego viajaré a Paraguay para visitar las obras sociales. Pero, más específicamente, lo que ha motivado la visita es encontrarnos con los maristas del país y si es posible con los miembros de la coalición que se está formando para la realización del Examen Periódico Universal (EPU) y del correspondiente Informe para las Naciones Unidas, que es otra de las actividades que realizamos desde el Secretariado. El EPU es un mecanismo singular del Consejo de Derechos Humanos de la ONU que estipula que cada Estado Miembro se someta cada cuatro años y medio a un análisis de su ejecutoria en materia de derechos humanos.
Deseamos seguir alineando los objetivos que estamos intentando promover en los últimos dos años con estos Informes: que sea mayor la participación de la sociedad civil, no solo de los técnicos, y que, dentro de la sociedad civil, crezca la participación directa de niños, niñas, adolescentes y jóvenes y de las personas que están presente en nuestras obras.
― ¿Qué líneas de acción traza actualmente el Secretariado para la Provincia y para la Región?

―En primer lugar, seguir alineando los procesos, el “aterrizaje” que hace cada unidad administrativa de las propuestas globales de acuerdo a su propio contexto, idiosincrasia y situación, todo eso en lo cual reside su singularidad y su riqueza. Creo que, afortunadamente, estamos bastante alineados.
Con ayuda de FMSI, ya se desarrollan proyectos vinculados a la defensoría de derechos. La idea para este 2025 es lanzar una formación específica con FMSI para el mundo hispanohablante (en 2024 se desarrolló la de habla inglesa) sobre los mecanismos de la ONU y cómo aterrizar esa formación teórica con lo que hacemos sobre el terreno. Ahí tenemos un espacio de aprendizaje mutuo.
Por otra parte, hasta donde conozco, esta es una de las Provincias en las que el tema de la Participación y el Protagonismo estudiantil está muy presente ―eso nos interesa mucho; es una riqueza que nos aporta y que aporta a América Latina y a todo el mundo marista― y valoramos también la importancia de la participación de Analía Ruggeri como representante de América Sur en FMSI-ONU y en la última Asamblea de la Red Marista de Solidaridad Internacional (junio de 2024) afianzando el proceso de comunión.
Respetando las leyes y las características de los recursos humanos y financieros de cada lugar, vamos haciendo un recorrido común.
― En su caminar por distintas regiones y provincias, ¿hay alguna experiencia que lo haya impactado en particular?
―Es un lujo haber tenido muchas experiencias positivas. Lo primero que me surge es destacar la riqueza que pude apreciar. Es impresionante. Antes de ir a Roma vivía en mi Provincia, conocía la realidad de mi Provincia y pensaba que hacíamos cosas bien. Pero el primer privilegio fue descubrir que, en el mundo marista, aun con las debilidades o limitaciones que pudieran existir, hay una riqueza impresionante en todas las partes. Mucho más de lo que yo me podía creer… Aun cuando parece que somos menos, que las situaciones económicas y políticas van en contra nuestra… A pesar de eso, estamos dando respuestas impresionantes en muchas partes del mundo.
Por destacar, puedo destacar una: Mi visita a Kiribati, un pequeñísimo país en un archipiélago del océano Pacífico. Estuve allí haciendo informes del EPU para la ONU con chicos de 16-17 años. Es una nación bellísima y dramática porque está incluida en la lista de países que aparecen en la prensa internacional amenazados por la desaparición a causa del cambio climático.
Pues allí tenemos presencia marista. Escuchar las voces de los niños, sus necesidades, sus propuestas para cambiar el mundo, me llamó muchísimo la atención. A pesar de la distancia que podía imponer el inglés, puesto que ellos hablan su propia lengua y un poquito de inglés, descubrí una riqueza marista increíble. El trabajo que se hizo con los niños, los Hermanos y los colaboradores laicos del país en interacción con la Congregación de los Hermanos Cristianos que residen allí, es impresionante. Una presencia pequeña pero tan significativa era difícil de presumir. Y la claridad de los niños sobre cómo mejorar sus vidas, las de sus padres, las de las personas de la isla… Al escucharlos, uno descubre las semillas que se han ido sembrando en nuestros colegios, en nuestras obras, dando como fruto personas maduras con capacidad de discernimiento, con criterio, tal como lo anhelaba Marcelino Champagnat. Todo un signo repleto de contenido para nosotros: Incluso en los lugares minúsculos, carentes, amenazados, la vida se hace lugar.
―Por último, y para cerrar este riquísimo diálogo, ¿qué es para usted la solidaridad?
― En lo institucional, es un proceso en el que vamos dando significativos pasos adelante. Pero, para mí, al mismo tiempo, es una vuelta atrás a nuestros orígenes, a nuestra experiencia fundante. Si fuéramos capaces de regresar al más remoto pasado, a dos mil años atrás, veríamos que esto es “Evangelio puro”. Es lo que hizo Jesús: dedicarse a aquellos que más lo necesitan. Ofrecer la sanación no solo física, sino también material, psicológica, espiritual. Los pasos adelante que vamos dando nos acercan a aquello de lo que venimos. También a aquella historia del buen samaritano que nos cuenta la Biblia intentando entenderla bien… Ser solidarios hoy es, como en la parábola, hacer todo lo que está a nuestro alcance sin juzgar a los demás (a veces hemos hecho una lectura inapropiada acusando al sacerdote y al levita). Y, cuando agotamos nuestras posibilidades de acción, poner el servicio en manos de “los posaderos”, de otros que la puedan completar. (“Mira, yo no puedo atenderte más. Por favor, cuide de él que yo tengo que partir.”)



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