En el Mes de la Mujer, y por iniciativa del Equipo de Comunicación Provincial, recopilamos en nuestras redes los testimonios de algunas mujeres que, desde su vocación y compromiso, hacen posible la misión marista cada día. Ellas, haciendo eco a otras muchas voces, expresan su deseo de Caminar al Estilo de María, nuestra Buena Madre.
Les preguntamos cuál es el mayor valor que sienten que aportan cada día en su tarea, qué mensaje enviarían a las mujeres maristas de todo el mundo y cuáles son los cambios que todavía consideran necesarios producir para promover la igualdad de género en nuestra sociedad. ¿Las leemos?
“Soy Directora del Nivel Inicial y Primario del Juan Zorrilla de San Martín, de Montevideo y hace 27 años, como parte de esta comunidad, procuro intensificar la escucha y crecer en compromiso.
En el Mes de la Mujer, creo que tenemos que tratar de conectar siempre con nosotras mismas al tomar decisiones para nuestras vidas. Y trabajar por desplegar a pleno nuestros dones enriqueciendo nuestras comunidades. Deseo que la voz de las mujeres sea considerada en plano de igualdad respecto a la de los varones. Que la carga mental y los cuidados se distribuyan de manera equilibrada.”
Ximena Alvariño
“Trabajo como Maestra de Primer Grado en Nuestra Señora de Luján, el colegio marista pegadito a la Basílica, hace 10 años y lo que más valoro es el compañerismo y la fortaleza que nos sostiene.”
“Me gustaría que, a imagen de nuestra Buena Madre, acompañemos siempre a quienes nos rodean, y sobre todo a nuestros alumnos, para seguir creciendo juntos. Y que podamos seguir construyendo nuestra Familia Marista, no importa quién esté al mando, todos hermanos, iguales ante los ojos de Dios.”
Adela Rodríguez
“Hace 8 años coordino la Pastoral Marista del Colegio Sagrada Familia de Limpio, en Paraguay, y como María, a su ritmo, desde la sencillez, deseo que, como mujeres, pongamos con amor y alegría nuestra disponibilidad al servicio de los demás.”
Sueño ver un Paraguay donde todas las mujeres, sin importar dónde vivan, tengan acceso a una educación de calidad, puedan completar sus estudios y elegir una carrera que realmente responda a su vocación. Un país donde la oferta académica sea diversa y accesible, eliminando barreras económicas, geográficas y culturales que hoy existen. Donde cada mujer tenga la libertad de construir su futuro y contribuir al desarrollo de su comunidad con su talento y pasión.
Mabel Báez
“A lo largo de mis 14 años como Maestra de Inicial del Juan Zorrilla de Montevideo le pongo entusiasmo, creatividad, alegría y buen humor a mi trabajo. Y aspiro para todas las mujeres que no dejemos de luchar por la equidad, por nuestra libertad en todas sus formas. Por tener mayor representación en todos los ámbitos; tener voz y voto en los diferentes escenarios.”
Alina Jaime
“Soy Directora del Colegio San José de Mendoza hace 1 año y, como tal, procuro ofrecer el mejor servicio desde mi fe. Deseo que todas las mujeres maristas seamos ejemplos vivos de María en cada acto y que crezcamos en empatía, tan necesaria…” Karolinda Montero
“Como Auxiliar Administrativa del Juan Zorrilla de San Martín, de Montevideo, desde hace 2 años intento transmitir alegría y ser empática y organizada. A las mujeres maristas les deseo que siempre luchen por lo que quieren y confíen en su inteligencia y en todo lo que tienen para aportar.
En el Zorrilla, hay mucha presencia femenina en la conducción y eso es muy valioso. No obstante, siempre hay cosas para seguir creciendo. Creo que hablar con las nuevas generaciones de la importancia de la igualdad estaría bueno para seguir por este camino.”
Belén Constanzo
“Soy inmensamente feliz de trabajar a lo largo de 37 años en el Colegio San José de Pergamino, Buenos Aires. Como Directora del Nivel Primario, procuré y procuro hoy brindar alegría, escucha y acompañamiento. Y a las mujeres maristas me permito decirles que disfruten de haber sido elegidas para continuar el sueño de Marcelino. Que sigan sus huellas al estilo de María.
Mi anhelo es que todos sin distinción seamos valorados y cuidados. Que podamos desplegar nuestro potencial y tengamos igualdad de oportunidades.”
Rosana Génnero
“Como Coordinadora de Enseñanza Religiosa Escolar del Colegio La Inmaculada (hoy José Manuel Estrada) de Chajarí, Entre Ríos, me esfuerzo por ofrecer escucha y servicio. Y deseo que, de la mano de María, nuestra Buena Madre, sigamos siempre el camino para dar a conocer el Reino con gestos concretos en el día a día donde el Amor fraternal sea lo más importante.
Simplemente tratarnos como hermanos, con una mirada amorosa, recordando en todo los ámbitos que lo importante es tratar al otro como me gusta que me traten a mí.”
Andrea Vera
“A cargo de la Subdirección del Juan Zorrilla de San Martín, de Montevideo, con 13 años de trabajo en la escuela, destaco la importancia de servir y ser solidaria. Desearía que todas seamos capaces de valorizar nuestro trabajo y contagiar el espíritu de servicio a los demás.
Creo merecemos estar representadas en todos los equipos de trabajo y poder expresarnos con libertad.
También debemos dar mayor visibilidad al testimonio de mujeres que hacen un servicio a su comunidad todos los días. Y que la cantidad de mujeres y de hombres ocupando cargos de mayor jerarquía sea equitativa. Una mejor distribución de tareas entre hombres y mujeres permitiría que el esfuerzo esté más repartido. Para lograr esto es necesario un cambio en las políticas de Estado que permita a las mujeres combinar trabajo y familia.”
Ana Elena Gutiérrez
“Hace 8 años trabajo en el Juan Zorrilla de Montevideo, Uruguay, y soy actualmente Subadministradora. Como tal, me propongo la escucha empática y transmitir la alegría de formar parte de esta comunidad
El talento, el esfuerzo y la determinación de cientos de mujeres que forman parte de nuestras comunidades nos enriquecen, impulsan e inspiran día a día a continuar soñando, desafiándonos y construyendo juntas un futuro con mayores oportunidades para quienes hoy en día compartimos la tarea y para las que vendrán.”
Antonella Queirolo
“Soy Rectora del Colegio D87 de Chajarí. Hace 16 años que pertenezco a la comunidad educativa marista y para mí uno de los valores más importantes es el trato cordial.
En el Mes de la Mujer anhelo que todas puedan encontrar en su labor cotidiana la compañía de María y vivan para dar testimonio de ello. Y que haya una real conciencia de la igualdad y no sea solo cuestión de palabras.”
María Victoria Nonino