A lo largo de cuatro días, Hermanos y Laicos Maristas provenientes de los siete países que componen la Región realizaron más que una Asamblea: vivieron una travesía. Como los discípulos en el camino a Emaús, caminaron juntos, escucharon, compartieron y reconocieron la presencia del Resucitado en cada rostro, en cada gesto, en cada silencio fecundo.

La 7ª Asamblea de la Región América Sur no fue solo un encuentro de agenda y decisiones. Fue, sobre todo, un espacio de escucha del Espíritu, de discernimiento en comunidad y de conversión pastoral. “Reconfiguración”, palabra que resonó como un estribillo a lo largo de todo el encuentro, se reveló no como un término técnico o un movimiento estratégico, sino como un proceso espiritual y afectivo. Un llamado a la fidelidad creativa al carisma de Champagnat y a la audacia evangélica de construir lo nuevo, juntos.
Con un papel esencial, el Equipo de Reconfiguración presentó información estratégica y actualizada que iluminó los caminos posibles. Sus apuntes sirvieron como base sólida para las conversaciones y decisiones, contribuyendo a que el discernimiento ocurriera con más profundidad y fluidez. Las contribuciones del Equipo hicieron visibles los hitos, las convergencias y los desafíos comunes que llaman a la corresponsabilidad.
Cerrar para Recomenzar: Un llamado al futuro vivido en comunión
Cada Provincia parte ahora con el compromiso claro y valiente de involucrar a todo el cuerpo de misión —Hermanos, Laicos y colaboradores— en el proceso de reconfiguración.
La travesía que se inicia no es tarea de algunos, sino misión de todos. Pide escucha, comunión y apertura a lo nuevo. Exige que se camine juntos, entrelazando dones y vocaciones, fortaleciendo vínculos y abriendo espacio para el protagonismo laical.
Durante las sesiones, se revisitaron los hitos de este camino de reconfiguración —de Roma a Cochabamba, de Boracéia a Luján y Huacho— y se reafirmaron compromisos concretos con la vitalidad, viabilidad y sostenibilidad de la misión marista en el subcontinente.
La escucha atenta de las mesas provinciales evidenció la belleza de la diversidad que compone la Región, y la fuerza de una comunión que no apaga las identidades, sino que las entrelaza en un tejido vivo de misión compartida.

Las acciones estratégicas delineadas, con enfoque en áreas como vida consagrada, animación vocacional, sostenibilidad, comunidades y animación laical, no pretenden ser un mapa cerrado, sino una brújula colectiva, orientada por la fe y el coraje de dejarse conducir por el Espíritu.
El paseo por Brasilia —patrimonio de la humanidad— y la cena fraterna en la Casa Provincial de la Provincia Brasil Centro-Norte fueron expresión sensible de lo que se vivió intensamente a lo largo de la Asamblea: comunión, alegría, pertenencia, gratitud. Fueron pasos simbólicos de quienes caminan por dentro y por fuera, con ojos hacia el futuro y pies firmes en la realidad.
Como afirmó el Hno. Deivis Fischer en la apertura: “Es tiempo de reconfigurar mentes, corazones y voluntades.” Y como resonaron las palabras de la Evangelii Gaudium, el discernimiento es siempre comunitario, un don que se cultiva en la escucha y en el servicio.
Cerrar esta Asamblea es, en verdad, recomenzar. Partir con el corazón ardiente, como los discípulos de Emaús, sabiendo que el camino continúa —ahora más claro, más comprometido y más esperanzador.
La Región América Sur sigue en travesía. Y no tenemos miedo.
Caminos de Comunión
Fue mucho más que un espacio de debates o alineamientos institucionales. Fue, ante todo, un territorio sagrado de escucha y compartida —donde nuestros miedos, esperanzas y sueños encontraron voz y acogida. Reunidos como Hermanos y Laicos de diferentes culturas y realidades, pudimos mirarnos a los ojos y reconocer que hay un futuro posible y deseable a ser construido juntos. Fue una experiencia profundamente fraterna, marcada por gestos simples y, al mismo tiempo, proféticos, que nos ayudaron a vislumbrar caminos de comunión y misión. Al compartir nuestras vulnerabilidades y utopías, sentimos que el Espíritu nos conduce no a un proyecto terminado, sino a un horizonte abierto, que exige conversión, audacia y fidelidad.
Hno. Pablo González Franco – Provincia Santa María de los Andes
Una construcción conjunta
En esta Asamblea, el tema predominante fue el de la reconfiguración —vivida no solo como un punto de llegada sino como una construcción conjunta, constantemente enriquecida por el SÍ y el COMPROMISO ACTIVO de cada Hermano y Laico. Recemos para que San Marcelino nos inspire, y para que este proceso sea un Tiempo de Gracia, una verdadera búsqueda de la voluntad de Dios. Un tiempo de mirar hacia afuera y hacia los dolores del mundo, y menos hacia nosotros mismos. Solo así encontraremos un propósito común, para que nuestra vida y misión marista sigan siendo una respuesta significativa para este territorio y este momento histórico.
Ir. Vanderlei Siqueira – Provincia Brasil Centro-Sul
Experiencia de Sinodalidad
Ha sido una experiencia de Sinodalidad en donde hemos buscado escuchar al Espíritu Santo, el cual siempre inspira y llama a través de las voces de todos los participantes.
Ha sido una experiencia de Dios, que nos ha invitado a mirar más allá, a salir de nuestra manera autocentrada de percibir y reflexionar la realidad marista actual que estamos viviendo. He podido sentir de modo testimonial la riqueza de nuestro carisma marista, la profecía de nuestra vida consagrada y de nuestra misión educativa, la necesidad de ir caminando hacia un futuro regional que nos ayudará a potenciar nuestra vocación, fraternidad y misión. Debemos tener el coraje de atrevernos de abrirnos a la novedad del Espíritu que nos mueve a salir de lo conocido, a incursionar nuevos caminos que nos conduzcan a una mayor vitalidad y fidelidad al llamado de Dios y a nuestra misión en estos tiempos. Somos conscientes de que debemos avanzar con ‘mística’ y ‘método’.
Hno. Horacio José María Bustos – Provincia Cruz del Sur
Llamados a construir
Fue un tiempo para reforzar la comunión entre los Maristas de Champagnat, Hermanos y Laicos que componen la Región, buscando, en actitud de oración, de escucha al Espíritu y escucha mutua, discernir sobre el camino que estamos llamados a construir y recorrer. Destaco las compartidas, oraciones, trabajos en grupos, la convivencia fraterna y la acogida que vivimos.
El trabajo previo realizado por el Comité Regional y el Equipo de Reconfiguración fue de fundamental importancia para garantizar la profundidad y la fluidez de los temas. Salimos con el compromiso de involucrar a todo el conjunto de las Provincias en el proceso de discernimiento sobre la Reconfiguración que haremos. Que el Señor bendiga abundantemente todo este caminar.
Ir. Deivis Alexandre Fischer – Provincia Brasil Sul-Amazônia
Servir con autenticidad
Vivimos un verdadero tiempo de gracia, esperanza, fraternidad y profecía. Esta Asamblea nos ofreció la oportunidad de volver a las fuentes vivas de nuestra vocación. Fue un llamado para reencontrar lo esencial: aquello que sustenta, da vida y confiere sentido a nuestro ser y actuar como Maristas de Champagnat.
Reconfigurar, para nosotros, no es solo cambiar estructuras, sino permitir que el Espíritu nos conduzca a una nueva forma de ser presencia, a una nueva manera de servir con autenticidad, simplicidad y audacia. Fuimos provocados a echar raíces más profundas y, al mismo tiempo, abrir los brazos a lo nuevo que brota en las realidades de nuestros siete países.
El enfoque en la vitalidad, la sostenibilidad y la perennidad del carisma marista en nuestra Región es, ante todo, un compromiso con las futuras generaciones.
Ir. José de Assis Elias de Brito – Provincia Brasil Centro-Norte
Fuente: Provincia Brasil Centro Norte


