El sábado 7 y el domingo 8 de junio, alrededor de 60 jóvenes animadores, timoneles, asesores y coordinadores de las cinco ciudades maristas de Paraguay se reunieron en el Centro de Espiritualidad Marista para vivir un encuentro único animado por Hno. Ignacio Pruna. Todos los participantes fueron convocados a pacificar el corazón, aquietar el espíritu, compartir las experiencias evangelizadoras que nutren a niños, niñas, adolescentes y jóvenes (NNAyJ) y sentir, con certeza, la presencia viva del Maestro.
El Encuentro reservó sorpresas ofreciendo respuestas al proceso que a todos nos moldea ―que poco a poco va transformándonos por dentro haciéndonos personas más plenas, más humanas, de fe, de amor― y permitió constatar que el trato con niños y adolescentes no solo enciende la esperanza en ellos sino que también hace crecer, y acrecienta, la esperanza de cuantos los animan y lideran.
La base de la temática sobre la que trabajaron fue del Documento Marista Evangelizadores entre los Jóvenes, completado por la voz del Papa Francisco en la Exhortación Christus Vivit y la Carta Encíclica Dilexit Nos.
“Pudimos reconocernos en frases y expresiones que nos llegaron al corazón ―explicó el Hno. Ignacio― y descubrir que la misión encomendada entre NNAyJ tiene ya inesperados frutos, especialmente cuando escuchamos testimonios que nos hablan del crecimiento y desarrollo de la fe, del amor y de una esperanza que hizo luz y fortalece tanto el corazón y la misión. La mística que nos envolvió ―continuó diciendo― vino expresada en el suspiro de: “me empuja cada mañana a levantarme” y enfrentar un nuevo día con entusiasmo, con alegría. Y el Encuentro nos legó un corazón más apasionado por nuestra misión, mayores vínculos de amistad y una compañía cercana, la de Jesús, nuestro Maestro y Gran Timonel. A los pies de la Buena Madre, nuestra Estrella de la Mar ofrecimos nuestro empeño junto al audaz Marcelino Champagnat.”