La Región de Europa dirigió la oración que abrió los trabajos en El Escorial en el quinto día de la Asamblea Internacional de la Misión Marista, el 12 de abril, en memoria de san Marcelino Champagnat, que, viendo la realidad, miró más allá… La jornada se dedicó a afinar las prioridades y establecer sueños, directrices y estrategias para el futuro de la misión marista.
El día anterior se definieron seis prioridades, que pueden describirse sencillamente así: la educación evangelizadora (1); los derechos de los niños, adolescentes, jóvenes y mujeres (2); la espiritualidad marista (3); la participación activa de los niños, adolescentes y jóvenes (4); el cuidado de las relaciones familiares (5); el cuidado de nuestra casa común (6). Estas prioridades se incluirán en el documento final, junto con las orientaciones y estrategias. El documento irá acompañado de un mensaje a todos los maristas de Champagnat y los participantes definirán, por regiones, la mejor manera de dar a conocer los resultados. La primera parte de la mañana se dedicó a dialogar sobre los temas elegidos, intentando definirlos con mayor claridad.
La siguiente etapa se dedicó a los sueños. Marcelo de Moraes, que ayuda a facilitar los procesos, hizo hincapié en que los participantes tienen que imaginar “sueños lúcidos”, es decir, no cualquier sueño, sino sueños relacionados con las prioridades elegidas. La comisión preparatoria leyó los informes enviados por las Unidades Administrativas e identificó 63 sueños. Correspondió a cada uno de los 11 grupos, mediante la meditación personal y la conversación, identificar los relacionados con las prioridades y seleccionar tres sueños prioritarios para responder a los retos priorizados.
La tarde se dedicó a la tarea de sugerir directrices y estrategias que puedan desarrollarse a nivel de instituto para hacer realidad las prioridades validadas por la Asamblea. El punto de partida de este proceso fue la síntesis elaborada a partir del material recibido de las provincias. Siguiendo siempre el mismo camino, individualmente, en grupos y en sesión plenaria, se invitó a los participantes a que, partiendo de la realidad y de los sueños, indicaran formas de hacerlos realidad. Se recogieron las distintas sugerencias y el proceso de discernimiento continua el sábado.
Los trabajos concluyeron con la oración de la tarde, que estuvo a cargo de la Región Europa. Después de la cena, hubo una noche cultural, con presentaciones de las Unidades Administrativas de América y Asia.