La III Asamblea Internacional de la Misión Marista, que reunió a 119 representantes de las 25 Unidades Administrativas, las Redes Maristas, la Administración General, la familia marista y otros invitados, llegó a su fin el domingo 14 de abril en El Escorial.
Al inicio de los trabajos, el Hermano José Sánchez, de la Comisión Preparatoria, invitó a Correen Paul, del Consejo para la Asociación Lasaliana y la Misión Educativa, a compartir unas palabras sobre su presencia en MIMA. El Hermano recordó la afinidad de la misión y del carisma de las dos congregaciones y subrayó el camino común que recorren las dos familias carismáticas. Correen, por su parte, agradeció la invitación y destacó la solidaridad del mundo de La Salle con la misión de ayudar a los más necesitados a través de la educación: “Sí, esta es la misión de los hermanos y socios de La Salle, arraigada en la fe, el servicio y la comunidad”.
A continuación, después de las informaciones prácticas para el último día de la Asamblea y para el viaje de regreso al propio lugar, Marcelo, el facilitador, tomó la palabra e indicó el trabajo de la mañana, que consistió en analizar el borrador preparado el día anterior por la Comisión Preparatoria para el Mensaje Final que será enviado a todo el Instituto. Se señaló que se trata de un documento que, por su propia naturaleza, puede representar límites y no recoge todas las realidades y expresiones vitales que existen en la misión marista. Es un mapa, que no siempre refleja el territorio en su totalidad; la vida es más rica que un documento. Aunque, a través del diálogo en el Espíritu, se ha hecho un esfuerzo por buscar el consenso, algunas realidades pueden haber querido estar más claramente presentes y todos los participantes son conscientes de este límite.
El documento está organizado a partir de las prioridades señaladas por la asamblea, compuestas por un título, una descripción y temas asociados. A continuación, numeradas, se presentan las directrices y sugerencias de estrategias asociadas a cada una de las directrices.
- Educación evangelizadora marista de calidad, que forme para el mundo y sea transformadora.
- Promoción y protección de los derechos del niño y de la juventud
- Espiritualidad Marista como fuente generadora de sentido y cuidado con la vida
- Participación y compromiso de los niños, adolescentes y jóvenes, a través de espacios de escucha activa y sensible
- Cuidado de las Relaciones Familiares para nutrir a niños y jóvenes
- El cuidado de nuestra casa común
- Promoción de la salud mental, bienestar y cuidado integral de las personas
Tras aprobar el documento final, el comité decidió enviar también un mensaje de los participantes a todos los institutos. El mensaje se leyó en la asamblea y va dirigido “A ti, marista de Champagnat”, e começa assim:
Somos familia global, somos hermanos y hermanas,
somos tus ojos y oídos, tus brazos y tu corazón.
En la misión, Champagnat.
En la misión.
Una vez finalizada esta fase, los participantes se dividieron por regiones con la tarea de identificar qué estrategias y recursos podrían diseñarse para comunicar los frutos de MIMA en cada región y Unidad Administrativa del Instituto.
La tarde comenzó con la revisión de la Asamblea. A continuación, tuvo lugar el lanzamiento del documento Tras las huellas de Marcelino Champagnat: Misión Educativa Marista, un momento significativo dirigido por el Hermano Niño Mayor, del Secretariado de Educación y Evangelización, y Erin Kelly, de los Estados Unidos, durante el cual los participantes recibieron una copia del documento. Esto momento contó con las intervenciones de los Hermanos Ernesto Sánchez, Superior General, Luis Carlos Gutiérrez, Vicario General, y los Consejeros Generales Ken McDonald y Ben Consigli, así como con la conclusión del Hermano José Sánchez, Director del Secretariado de Educación y Evangelización. A partir de ahora, el documento se pondrá a disposición de todo el Instituto.
A continuación, se clausuró la Asamblea, coincidiendo con la Misa de envío. Varios hermanos de la Provincia Ibérica han estado presentes, incluso el H. Provincial, Abel Muñoz. Al final de la celebración, hubo los tradicionales agradecimientos a todos los participantes, a los equipos de apoyo y, en particular, a la comisión preparatoria. Cada participante recibió un símbolo consistente en una casa en miniatura y una vela. El Hermano Ernesto pidió a los participantes que fueran los primeros en poner en práctica, en su propio ámbito de actividad, las prioridades definidas durante estos días, subrayando que “cada uno tiene que dar un poco de sí mismo por la globalidad”. Terminó exhortándoles a “seguir a la escucha del Espíritu, abiertos al Capítulo General”.