El 20 de noviembre de 1989, los líderes mundiales firmaron un compromiso histórico al aprobar la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, una ley internacional que se ha convertido en el acuerdo de derechos humanos más ampliamente ratificado de la historia. Este documento ha contribuido a transformar la vida de muchas infancias, al establecer derechos fundamentales que deben garantizarse a todos los niños y niñas del mundo.
A 35 años de su adopción, es momento de reflexionar sobre los avances logrados y los desafíos que persisten. Millones de niños continúan enfrentando situaciones de vulnerabilidad debido a conflictos bélicos, crisis climáticas, desigualdades sociales, desplazamientos forzosos, falta de acceso a la educación y diversas formas de abuso y violencia. Un cambio significativo que la Convención introdujo fue reconocer a los niños y niñas no solo como receptores pasivos de derechos, sino como agentes activos y sujetos con derechos, un enfoque que subraya la importancia de la educación como herramienta fundamental de empoderamiento.
En este sentido, la labor de los Maristas no se limita a nuestras comunidades locales. Inspirados en los valores de Champagnat, nuestra misión incluye esfuerzos globales liderados por la Fundación Marista para la Solidaridad Internacional y el Secretariado de Solidaridad-CMI. Estas organizaciones desempeñan un papel esencial en la defensa de las infancias vulnerables, participando activamente en mecanismos como el Examen Periódico Universal de Naciones Unidas. Este espacio permite visibilizar y abordar cuestiones clave como el acceso equitativo a la educación, la atención médica, la seguridad alimentaria y la protección contra el abuso y la explotación.
En un contexto global de transformaciones, como los impactos del cambio climático y los avances tecnológicos, estas iniciativas buscan tanto proteger como ampliar las oportunidades para que los niños y niñas ejerzan plenamente sus derechos.
En este aniversario, como Provincia Cruz del Sur, renovamos nuestro compromiso colectivo de trabajar por la dignidad y los derechos fundamentales de la niñez, reconociendo que el verdadero progreso no se mide únicamente en leyes o estadísticas, sino en las vidas que logramos transformar.
Conocé más sobre los Derechos de los Niños y Niñas en