La Comisión preparatoria del XXIII Capítulo general (Filipinas 2025) ha sugerido un proceso previo al Capítulo que consta de tres fases. Durante la primera fase, de octubre a noviembre de 2024, se invita a las comunidades maristas a reflexionar sobre la realidad actual del Instituto. Es una invitación para que los participantes interactúen con una mente y un corazón abiertos. Se invita a todos a hablar con valentía y honestidad, promoviendo un estilo de comunicación libre y auténtico dentro de la comunidad.
“La primera fase, que será local, está dirigida principalmente a los hermanos y a las comunidades. Pueden participar otros grupos de vocación laical y sus comunidades. En este momento queremos fomentar la reflexión personal y el diálogo fraterno para compartir la vida, con especial énfasis en los componentes vocacionales. Queremos reconocer las experiencias o situaciones que generan la vida marista; cómo identificamos la presencia amorosa de Dios; qué elementos de nuestra vida y espiritualidad podemos mejorar. Por último, queremos descubrir qué caminos estamos llamados a seguir para revitalizar nuestra vida marista” (Proceso preparatorio del XXIII Capítulo general).
La Comisión Preparatoria sugiere dos partes para la primera fase. Pueden celebrarse consecutivamente en una sola reunión o en dos reuniones separadas. Se recomienda que esta fase vaya seguida de una celebración de la vida marista en comunidad con una comida compartida.
Las fases del proceso preparatorio son:
- Octubre a noviembre de 2024: Reflexionar sobre la realidad actual del Instituto
- Diciembre de 2024 – febrero de 2025: Imaginar y soñar juntos el futuro
- Marzo – abril 2025: Identificar las prioridades
Las Constituciones y Estatutos subrayan la importancia del Capítulo General como foro para la toma de decisiones colectivas, el gobierno y el fomento de la misión y la identidad del Instituto. Destacan la naturaleza inclusiva y participativa del proceso del Capítulo General, así como la autoridad de este a la hora de configurar la dirección y el futuro del Instituto.
Descargar el PDF que ayudará a preparar el encuentro de la primera fase: English | Español | Français | Português
Metodología sinodal de las Conversaciones en el Espíritu
En nuestro proceso de discernimiento hemos adoptado la metodología sinodal de las Conversaciones en el Espíritu. Es una manera de seguir el discernimiento de la Iglesia en este período sinodal y, al mismo tiempo, de escuchar lo que el Espíritu nos dice hoy como maristas en estos tiempos de escucha y diálogo.
Los pasos propuestos para los diálogos son:
- Cada grupo debe estar formado por un máximo de 8 personas. Si algún grupo fuera más grande, los participantes deben dividirse en grupos más pequeños de 3 a 8 personas.
- Tras un momento inicial de oración, se presentan las preguntas que guían la reflexión de cada fase. (Ofrecemos una guía para cada sesión, pero siéntase libre de adaptarla a las necesidades y realidad de tu grupo).
- Un tiempo personal para reflexionar en silencio desde la propia experiencia utilizando la(s) pregunta(s) como inspiración y luego cada persona escribe las intuiciones que ha descubierto.
- Cada participante tiene tres minutos para compartir los frutos de su propia reflexión, que pueden ser en respuesta a las preguntas específicas o no serlo. Los participantes no deben responderse unos a otros en este punto.
- Después de que todos los participantes del grupo hayan compartido el fruto de su reflexión, hay otro tiempo de silencio de 2 a 3 minutos, durante el cual se pide a los participantes que, en oración, observen sus sentimientos personales en relación con lo que otros han compartido.
- En una segunda ronda de diálogo, los participantes tienen la oportunidad de compartir lo que les inspiró el Espíritu mientras escuchaban y reflexionaban sobre las palabras de otros miembros del grupo. Una vez más, cada participante debe turnarse para hablar durante un máximo de tres minutos cada uno, y ningún participante debe hablar dos veces.
- Después de que todos los participantes hayan compartido en la segunda ronda, se le da la oportunidad a cualquier persona de hacerse eco de cualquier cosa de especialmente importante que haya dicho cualquier otro miembro del grupo, pero no debe limitarse a repetir sus propios pensamientos; estos ecos pueden servir como síntesis escrita si así se desea.
- El proceso puede repetirse con una pregunta adicional o un grupo de preguntas.
- Se ofrece una breve oración de acción de gracias para concluir la experiencia.
Algunos valores y actitudes que son necesarios para estas conversaciones:
- Disposición a participar.
- Escucha contemplativa.
- Respeto por los demás y sus opiniones diferentes.
- Atención al movimiento del espíritu.
- Deseo de autoconciencia.
- Compromiso de expresarse con autenticidad.
- Discernimiento orante / reflexión teológica.