Hermanos, Laicas y Laicas de nuestros Centros Educativos, Equipos Provinciales, Grupo de Animación y Familias Maristas están invitados a visitar juntos y juntas, en comunidad, la Casa Madre de Nuestra Señora del Hermitage, edificada al suroeste de Lyon (Francia), junto al río Gier, para celebrar los 200 años de su construcción.
La Peregrinación, a realizarse del 21 al 26 de septiembre, es organizada por el Centro de Espiritualidad Marista de Luján y el Centro de Espiritualidad Marista de Montevideo y propone una experiencia única: conocer personalmente y conectar con esa “roca” fundacional que reviste para todos los Maristas un carácter particular, ya que es también la “roca” que sostiene y simboliza nuestro carisma y la fuente de nuestra vocación.
Marcelino Champagnat junto a los primeros jóvenes hermanos, a partir de esa roca primordial, levantaron con sus propias manos, y asistidos por la Providencia, una obra que atravesó dos siglos de historia hasta nuestros días.
Al recorrer este gran edificio ―notable monumento al trabajo, la tenacidad, la creatividad, la fe, la esperanza y la confianza de aquel grupo de jóvenes enamorados de Jesús y de su Buena Madre― podrán hacer contacto directo con los lugares santos en los que el Padre fundador actualiza para nosotros su llamada y su mensaje.
A 200 años de su construcción, la Familia Global se ha propuesto construir un nuevo L’Hermitage en el que cada marista se convierta en piedra viva de entrega, animación y testimonio del Amor de Dios en el mundo entero. Por eso, viajar juntos a L’Hermitage constituye una gracia especial que incluso cuantos peregrinarán con el corazón recibirán para seguir entretejiendo la trama que nos une cargados de Esperanza y compromiso con nuestra Misión.
“La celebración del bicentenario de la inauguración de esta Casa quiere resaltar este espíritu con el que fue construida, espíritu que debe impregnar todos nuestros proyectos y acciones”, nos dice el Hno. Horacio Bustos, Provincial.
“Deseo que esta Peregrinación a la Casa de Nuestra Señora del Hermitage ayude a los peregrinos maristas a encontrarse con el rostro vivo de Marcelino Champagnat, quien llevó adelante innumerables obras confiando sólo en el poder de Dios y en la protección de María, la Buena Madre. Él tenía un lema que resume toda su vida: «Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús.» Los Maristas estamos llamados a vivir el espíritu del Hermitage, a recrearlo sobre el cuidado de nuestra espiritualidad, una fraternidad visible y creíble y una misión de servicio cercano y atento, con una particular preocupación por los niños y jóvenes más necesitados y abandonados… como quería San Marcelino. ¡Feliz Peregrinación 2025!”
Cuantos deseen participar, pueden solicitar la información haciendo clic acá.