Hilos de la misión en el Impenetrable Chaqueño

En uno de los asentamientos más antiguos de la región, el pueblo wichí ―que constituye el 70% de la población de aquellos parajes― trabaja el hilo de chaguar, planta herbácea con hojas suculentas y espinosas que distingue su cultura. El proceso de recolección y desfibrilado del chaguar, que los habitantes originarios llevan a cabo en el monte colectivamente, resuena también en la vida del CEC. Un CEC que se gestiona, se organiza y late de acuerdo a su cosmovisión y vocación, comunitariamente.

Como el hilo ―cuyo proceso de machacado, secado, tintura e hilado puede durar hasta 10 días para pasar al tejido, que lleva hasta 6 meses―, el CEC es habitado por la riqueza del tiempo…  En sintonía, y con la colaboración de todos, la Secretaría por la Dignidad, el Espacio de Aprendizajes Múltiples para NNyA, los Talleres de Carpintería, la Bicicletería,  el grupo de Jóvenes Maristas y el grupo de Familias ENDEPA (Equipo Nacional de Pastoral Aborigen) construyen día a día la Esperanza y arropan todos sus sueños.

Como las plantas del chaguar, que requieren una mirada atenta y dedicación para seguir creciendo, allí, en el monte, y mucho cuidado en su cosecha si se quiere lograr un hilo fuerte, resistente, en el CEC la vida se cuida y se contempla: siempre hay fuego para cocinar y el pan se comparte. Sus narraciones expresan que la vida compartida permite llevar adelante más fácilmente las situaciones de descuido, de vulneración y despojo de sus derechos básicos que padecen, tan dolorosas y complicadas, para crecer saludablemente y trabajar dignamente.

Desde octubre de 2023, las escuelas donde asisten los niños, niñas, adolescentes y jóvenes no reciben los fondos necesarios para la comida. Los comedores escolares están desabastecidos, con docentes haciendo colectas para cocinar que nunca alcanzan. Esta situación de fragilidad y hambre profundos duele en el corazón y en la panza. Sin embargo, al mismo tiempo, en medio de tanto dolor, muchas manos se unen y se levantan acompañando y cuidando a diario para que haya vida en abundancia. Y es la comunidad en su conjunto la que enseña, la que comunica su sabiduría, la que abre su corazón, que nos transforma, la que abraza.

En esta tierra ancestral, la vida se teje con la misma dedicación y paciencia que los artesanos wichí dedican al chaguar… Y, como ellos, son hermosos para el CEC los frutos de esa dedicación y esa paciencia: Los niños que hace unos años participaban en juegos y talleres, hoy son referentes, educadores de estas y otras nuevas propuestas que, pese a todas las adversidades, siguen latiendo con latidos maristas en el corazón del Impenetrable Chaqueño.

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