El Hno. Provincial, Raúl Schönfeld, y su Consejo se asocian al júbilo de la Escuela Intercultural Bilingüe “Cacique Francisco Supaz” por el 30° Aniversario de su fundación. A continuación, el mensaje celebrativo de Cruz del Sur:
“En primer lugar, hoy bendecimos el sueño de aquellos padres y madres fundadores audaces que se atrevieron a imaginar una educación respetuosa e integral para sus hijos y dieron los pasos para concretarla. En el origen hubo una comunidad integrada por aquellos venerables hombres y mujeres del pueblo wichí trabajando a la par con la comunidad religiosa de los Hermanos Maristas. Las primeras aulas fueron levantadas con las manos y los esfuerzos de aquellos trabajadores wichí y algunos criollos, hermanados por este noble objetivo.
Volvemos la mirada a nuestro tiempo actual y admiramos muchísimo a esta comunidad educativa de hoy que ha crecido en madurez y gestión, porque inclusive sin la presencia física de los Hermanos, lleva adelante con dignidad, y venciendo dificultades de todo tipo, ese legado luminoso que recibiera.
30 años es mucho y es poco… Reconocemos que, al ritmo de esta trayectoria, todos aprendimos de todos. La lengua, la cultura ancestral y la espiritualidad wichí ensancharon el alma de cuantos pasaron por esta institución de Nueva Pompeya. Y los valores maristas de los Hermanos y Laicos que se comprometieron con este proyecto educativo supieron enriquecer a la comunidad. Nos llena de orgullo que hoy ser marista sea sinónimo de espíritu solidario y haya llegado a constituir una identidad que cobija y se compromete con todas las luchas y emprendimientos que nos reclama el bien común.
No fueron años fáciles… Vivir en el Impenetrable no es para cualquiera. Hubo que construir mucho con trabajo, fe y esperanza. Jesús nuestro Señor, nuestra buena Madre y el estilo laborioso de Champagnat impregnaron y acompañaron la tarea. Y también nos enorgullece recordar que este proyecto educativo de integración cultural hubo que construirlo con convicción y también defenderlo. Porque fue necesario algunas veces impedir que los intereses personales o de grupos cerrados lo arrebataran o lo corrompieran.
En este presente que hoy celebramos vamos con alegría a quienes transitaron las aulas de la Escuela como alumnos y se han convertido crecimiento de esta querida Escuela. Celebramos también que hayamos sido fieles a las sabias intuiciones de los padres y madres fundadores y del recordado Hermano Teo, cuyos nombres guardaremos por siempre en la memoria. Ellos se propusieron que la comunidad wichí se capacitara para conducir el rumbo de la Escuela Francisco Supaz que les pertenece. Y hoy esto es una feliz realidad.
Hemos conocido cantidad de ejemplos de personas que entregaron todo por esta obra: recordamos con amor a los que ya partieron para la tierra sin males, y a los que siguen vivos aunque no están físicamente con nosotros. Pero sí brillan sus nombres, sus sonrisas, sus enseñanzas, sus trabajos, sus palabras que el corazón no olvida.
En este día pedimos a nuestro Padre Dios que nos dé fuerzas y sabiduría para seguir poniendo lo mejor de nosotros en la educación de nuestros niños y niñas, adolescentes y jóvenes. Sabemos que esto nos exige encarar con valentía los desafíos siempre nuevos que la historia nos propone, para lo cual rogamos a Dios y a nuestros mayores que esta comunidad continúe ofreciendo un tesoro de oportunidades a quienes anhelan progresar en la vida y ser obreros y obreras de un mundo mejor.”
¡Feliz cumpleaños, Escuela Cacique Supaz!