Voluntariado en clave de Solidaridad y Derechos

La Comunidad Marista Laical «En torno a la misma mesa» fue al encuentro de las personas y a las obras de la Misión Marista de Nueva Pompeya (Chaco) dispuesta a servir solidariamente, a situar en territorio hecho vida concreta el trabajo por la defensa y la promoción de sus Derechos y, monte adentro, profundizó su vocación.

Los voluntarios ― educadores y educadoras del Colegio Ceferino Namuncurá de Cinco Saltos (Río Negro), del Instituto Sagrado Corazón de los Hermanos Maristas de San Francisco (Córdoba), del Champagnat y el Instituto de Formación Docente Mac Nab Bernal (CABA) y del CEC Marcelino Champagnat de Tigre (Buenos Aires) ― recorrieron parajes y visitaron anexos de escuelas para encontrarse con Niños, Niñas, Adolescentes y Educadores luego de haber sido recibidos cálidamente con la mesa tendida, el mate listo y previstos sus espacios para el descanso reparador.

Junto al Equipo del Centro Educativo Comunitario y de la Ermita de Guadalupe, compartieron una fraternal pizzeada al horno de barro, participaron de Talleres con los jóvenes wichí y Talleres con madres y festejaron el Día de las infancias. También pudieron conocer la maravilla y complejidad de la organización en torno a la protección del Parque Nacional Impenetrable, hábitat de la Misión.

El Equipo de la Secretaría por los Derechos y la Dignidad les contó acerca de su trabajo basado en la accesibilidad a derechos de identidad, jurídicos, educativos, de salud, culturales, económicos, de tierra y habitalidad.

Los educadores de la Escuela Intercultural bilingüe Francisco Supaz y de la Escuela EEP San Marcelino Champagnat los invitaron a acompañar espacios de animación con los niños sobre Jesús, María y Marcelino y espacios de cuidado y prevención en consumos problemáticos según lo vivido en las comunidades de aprendizaje de los CEC de Cruz del Sur.

Los espacios de interioridad para la convivencia saludable con grupos de clase, los espacios de arte y murales, de recreación-tiempo libre y los propiamente pedagógicos ―que ya implementan el Proyecto de Educación e Innovación “Abrazando Infancias”― se abrieron generosamente para ellos.

Y en cada lugar, se sentaron en torno a la mesa de la fraternidad desplegando vida y misión, profundizando en su vocación de discípulos y discípulas de Jesús al estilo de María. 

La propuesta del servicio comunitario se desplegó en clave de Solidaridad y Defensa y protección de Derechos y el encuentro con las mujeres wichí tuvo, en este sentido, un significado especial: aprendieron de su lucha por la recolección, el tratamiento, teñido, tejido y comercialización del chaguar, sostén vital y patrimonio natural y cultural del pueblo wichi. Las artesanas los hicieron parte de cada paso del proceso mientras les narraban y los capacitaban en este arte antiguo y vivo que se ha transmitido de generación en generación.

Cada día, al caer la tarde, oraron y celebraron en comunidad junto a dos miembros de la Misión y al Hno. Gabriel Polo (wichí). Y allí, como los discípulos de Emaús, reconocieron a Jesús, sintieron arder el corazón y fueron experimentando cada vez con mayor claridad el don del encuentro y de la vocación…

Al finalizar la experiencia, todos en torno a la misma mesa, ofrecieron y agradecieron por esas personas, por esas obras, por ese tiempo y esa tierra sagrada que juntos caminaron. Y, en el abrazo final, abrazaron a toda Cruz del Sur y extendieron su abrazo más allá de las fronteras.

 “Gracias por este pan, querido Padre Champagnat, lo llevaré a mis hermanos y lo comeremos juntos. Seguro nos va a saber a maravilla.” (Adaptación de El pan de Marcelino).

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