Durante tres intensas jornadas, Equipos Provinciales compartieron en la Villa Marista de Luján su primer Encuentro anual con el propósito de comenzar a diseñar acciones para la concreción del Plan Estratégico que conducirá los próximos 5 años conforme a los Lineamientos votados en Asamblea y aprobados por el Consejo Provincial.
El objetivo pudo alcanzarse en un clima de alegría, de escucha, de diálogo y fraternidad en el que se logró seguir afinando la “orquesta” de la comunidad recordando que la verdad es sinfónica, que todos tenemos un pedacito de ella y que solo uno la posee plenamente: el que dijo «Yo soy la Verdad» (Jn 14,6).
El equipo integrado por los Hnos. Alberto Aparicio y Horacio Magaldi, acompañados por Fernando Varela y Adrián Arias (UY) y Ricardo Palomar, Daniel Felipelli y María Belén Pissarello (AR), animó las dinámicas que invitaron, desde el silencio, el movimiento, la Palabra y el juego, a seguir afinando la sintonía con el Juntos Caminamos, mucho más que un lema que estamos llamados a vitalizar.
La revisión del ReConocerNos, y de las consecuentes Líneas de Acción que resultaron de la tan rica y todavía reciente experiencia sinodal, condujo a todos los presentes al objetivo del Encuentro: consensuar las prioridades de Áreas y Equipos de gobierno que permitirán consolidar un plan de trabajo y evaluar los resultados del mismo.
El análisis, que se llevó a cabo por grupos, estuvo especialmente orientado a crear, impulsar o acompañar unos planes de acción que respondan a los objetivos estratégicos de cada área (Vocación, Misión, etc.) o espacio que les toque animar en la Provincia.
De este discernimiento, surgió con fuerza la propuesta de trabajar por «zonas» para fortalecer la gestión y la animación y crear una mesa que articule las áreas de la Provincia reuniéndose con cierta periodicidad, inspirados en el modelo de trabajo de Uruguay, que integró en una mesa a los Directores Generales y a los responsables de obras con el IDEG y los Hermanos y lleva años de funcionamiento eficaz.
También se expresó la necesidad de adaptar las estrategias de acción a la peculiaridad (cultura, historia, realidad económica) de cada zona y de evaluar transversalmente las políticas provinciales sosteniendo la escucha y el diálogo en clave sinodal.
En lo que refiere al rol de los Hermanos en este proceso, los Equipos sostuvieron casi unánimemente la importancia de contar con su presencia y con la formación carismática que pudieran ofrecer, además de crecer en la horizontalidad, la flexibilidad y la interlocución y de responder a las decisiones del Gobierno Provincial.
Por último, se resaltó la importancia de capacitar a directivos y educadores en políticas provinciales y liderazgo pedagógico y generar un nuevo espacio para que los coordinadores de los CECs puedan consensuar una agenda atenta a las necesidades de cada zona.
Con estas primeras intuiciones llegaron a la celebración eucarística final. Ellas se hicieron parte de la ofrenda en la Mesa de Jesús para que él las transforme no solo en nuestra Pascua sino también en nuestro Pentecostés.