37 Hermanos de América Sur consensuaron prioridades urgentes para la Vocación Marista en la Región

Un nuevo y valioso encuentro de Franja se dio cita entre el 24 y 29 de septiembre en la Villa Marista de Mar del Plata, Argentina. Allí, treinta y siete Hermanos de 46 a 60 años de la Región América Sur se reunieron con el propósito de fortalecer la vida consagrada, el ser Marista, favorecer la confraternización y empoderar el caminar regional e institucional.

A lo largo de los seis días compartieron proyectos, revisaron el caminar de la vida fraterna a nivel comunitario, provincial y regional, se interpelaron sobre los límites y las fortalezas de esta experiencia vital, pensaron y dialogaron en grupos mixtos nuevos aportes para un itinerario de Formación Permanente que promueva la sostenibilidad y la sustentabilidad y formularon entre todos siete prioridades para potenciar la integración regional.

También hubo hermosos y profundos momentos de oración y celebración y actividades y gestos que favorecieron el recíproco conocimiento y la compartida significativa y una evaluación final que permitió a todos percibir el modo en que el Espíritu actúa en la comunidad de Hermanos reconfigurando el corazón y disponiéndolo a saborear los frutos de un caminar atento a los signos de un tiempo nuevo sembrado de Esperanzas para la Región. 

Y, para dar cuenta de la importancia del Encuentro, los Hermanos allí reunidos “sellaron” sus convicciones, anhelos y propósitos en una Carta extendida a toda la Comunidad:

RECONFIGURACIÓN DEL CORAZÓN

Queridos Hermanos y Laicos maristas de Champagnat:

Reciban un fraternal saludo de los 37 hermanos, de entre 46 y 60 años, de las cinco provincias que conforman la Región América Sur, reunidos en Mar del Plata, Argentina, del 24 al 29 de septiembre de 2024.

Donde dos o más están reunidos en el nombre del Señor, reconocemos la presencia y el impulso del Espíritu. Reafirmamos que nuestra vida quiere ser y es la respuesta a su llamado a vivir la fraternidad de manera extraordinaria en medio de un mundo turbulento, donde no abundan los testimonios de igualdad y respeto entre personas, hijas del mismo Padre.

Creemos que la fraternidad es la piedra fundamental sobre la que se sustenta el edificio de la humanidad, y que el testimonio de que somos simplemente hermanos es la piedra angular que sostiene nuestra familia carismática marista.

Queremos honrar la vida de nuestros hermanos y hermanas simplemente por lo que son: hijos e hijas de Dios; por esa esencia de bondad divina que todos y todas tenemos desde que Dios nos pensó antes de la creación del mundo.

Como Jesús, María y José, nos sentimos familia de cada persona que sale a nuestro encuentro, especialmente de aquellos niños y niñas que más necesitan de un hermano que camine a su lado.

Nosotros, hermanos, reconocemos que la pasión por la fraternidad y la cultura del encuentro son aspectos fundamentales y urgentes en la vida cotidiana de nuestras comunidades y en nuestra misión.

Con la certeza de ser parte de una familia global, llevamos a cabo nuestro compromiso de profundizar y practicar la ternura en nuestras acciones y relaciones.

La alianza, como símbolo de nuestro compromiso, nos invita a ser buena noticia y nuevos samaritanos ante las realidades del sufrimiento. En colaboración con todos los maristas de Champagnat, tenemos nuestro propio espacio para ejercer nuestro liderazgo profético y de servicio. Nuestras opciones de actuar contra las injusticias y salir de nuestra zona de confort nos fortalecerán en la misión educativa y en la defensa, promoción y protección de los derechos de los niños y jóvenes.

Reflexionar sobre la reconfiguración nos hace pensar en múltiples posibilidades dado el complejo escenario que vivimos. Al mismo tiempo, nos hace reevaluar algunos procesos urgentes que podrían ser prioritarios en la Región América del Sur, como la Animación Vocacional. Concluimos que necesitamos caminar en paz, pero deprisa. Nuestro corazón y nuestra mente están abiertos al futuro, y nos declaramos en discernimiento continuo para descubrir juntos lo que Dios quiere, en relación a esta reconfiguración. Nuestra mayor certeza es que el Espíritu Santo está con nosotros, y esto nos da esperanza y tranquilidad.

Como hermanos maristas de Champagnat, en un mundo cada vez más marcado por la individualidad y la competencia, estamos llamados a una fraternidad que nos desafía a construir puentes, promover el diálogo y practicar la empatía. Este desafío, sin embargo, sólo puede vivirse verdaderamente desde un corazón misericordioso. Un corazón reconfigurado capaz de ver la dignidad y la humanidad de los demás, incluso frente a sus defectos y limitaciones. La reconfiguración en sinergia con el Consejo General, con las Provincias, con nuestras Comunidades y con cada uno de nosotros, es un fuerte llamado a la vitalidad y a la apertura a lo nuevo, que nos trae el futuro.

Hermanos y laicos, Champagnat ya nos decía: “¡María, esta obra es tuya!”

¿Ya viste la galería de imágenes de este evento? Ingresá acá: https://maristascruzdelsur.org/2024/10/08/encuentro-regional-hermanos/

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