
“Todo a Jesús por María, todo a María para Jesús”
Marcelino Champagnat fundó el Instituto Marista, inicialmente llamado Instituto de los Hermanitos de María, en 1817 en Francia. Era un hombre humilde, pero con grandes sueños y una visión de futuro. Se dedicó a la vida religiosa y, con fe en María, la Buena Madre, construyó una obra educativa dedicada a la educación evangelizadora de niños, adolescentes y jóvenes, especialmente de aquellos en situación de vulnerabilidad social. Champagnat fue canonizado en 1999 por el Papa Juan Pablo II, quien lo reconoció como santo de la Iglesia. Hoy, tras 200 años de historia, los Maristas de Champagnat (Hermanos, Laicos, Laicas y Colaboradores) continúan su labor de educación evangelizadora y garantizan la sostenibilidad de la Misión en más de 80 países.