
Llamados a transformar nuestros centros educativos, reafirmamos con convicción que educar evangelizando y evangelizar educando es el camino que, como Maristas, elegimos recorrer. En un mundo marcado por el cambio vertiginoso, la complejidad y el desafío constante, esta misión se vuelve aún más significativa. En ella encontramos un espacio de inspiración y sentido, donde lo urgente es reimaginar nuestras escuelas y comunidades educativas.
Nuestra misión permanece firme: animar e impulsar procesos de transformación en nuestros colegios, situando en el centro a niños, niñas y adolescentes. Como lo expresa el documento THMCH, “nuestros alumnos son el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje, y de todo lo que concierne a la vida escolar y su organización. Les ayudamos a adquirir conocimientos, a desarrollar sus competencias y a crecer en valores a través del descubrimiento de la creación, de los demás, de sí mismos y de Dios” (Inc. 173, p. 97).
Desde esta perspectiva, renovamos nuestro compromiso con una educación que no solo transmite saberes, sino que transforma, acompaña y potencia el desarrollo integral de cada estudiante. Una educación que abraza la vida, que cultiva vínculos, que inspira búsquedas profundas y que prepara para construir un mundo más justo, fraterno y esperanzado.
Ejes de trabajo
En esta clave desde el equipo provincial de educación, apuntamos cinco ejes de trabajo donde ponemos el énfasis e invitamos a los centros educativos a seguir caminando en esa sintonía:
Algunas actividades y estrategias que venimos desarrollando…
Comunidades profesionales de aprendizaje
Es un espacio donde nos permitimos intercambiar ideas, compartir experiencias, reflexionar sobre el quehacer educativo y pedagógico del día a día, así como también, fortalecernos como red educativa que somos.
Compartimos experiencias de aprendizaje
Distintos encuentros nos convocan e invitan a compartir experiencias y aprender unos de otros.
Espacios de formación en línea
Desde el ámbito de tecnología educativa son varios los momentos en que convocamos para enriquecer las experiencias que ya están sucediendo en los centros educativos. Asimismo, junto a otros equipos de animación (solidaridad, derecho, evangelización) se ofrecen espacios de formación permanente para educadores y educadoras.
Intercambio de experiencias
Pasantías…. otros.
PEEM – Proyecto Educativo Evangelizador Marista
Uno de los procesos que consideramos fundamentales en este tiempo es la construcción del PEEM (Proyecto Educativo Evangelizador Marista). Como herramienta de planificación institucional, el PEEM busca convocar a cada centro educativo a pensarse y proyectarse desde los marcos y orientaciones definidos por la Dirección Provincial. Entendemos que todo proceso de transformación e innovación requiere ser concebido con visión de corto, mediano y largo plazo, integrando lo urgente con lo esencial.
Más que una herramienta técnica, el PEEM nos habilita a mirar el centro educativo desde una clave integradora, superando la fragmentación y los compartimentos estancos. Nos invita a leer la realidad con profundidad, a trazar rutas compartidas y a dejarnos orientar por un mapa común, donde la misión cobra sentido en torno a quienes están en el centro: niños, niñas, adolescentes y jóvenes. Ellos son nuestros aprendices, nuestra razón de ser, y de hacer.
En este marco, soñamos y proyectamos el centro educativo en clave de experiencias de aprendizaje. Sabemos que nuestros niños, niñas y adolescentes necesitan construirse y equiparse como aprendices, desarrollando una identidad de aprendiz que les permita habitar el mundo con sentido, autonomía y profundidad.
Nos preguntamos entonces: ¿Qué valores, actitudes, habilidades y sentidos necesitan desplegar hoy nuestros estudiantes? ¿Cuáles son aquellos aprendizajes profundos que requieren estrategias, competencias y modos de hacer específicos?
Estamos convencidos de que estas capacidades no se adquieren en abstracto, sino que se construyen y se encarnan en las experiencias que les proponemos vivir. Cada proyecto, cada vínculo, cada desafío compartido se convierte en una oportunidad para crecer, descubrir y transformar.
En este camino, el PEEM se vuelve una herramienta clave: nos permite pensar, reflexionar y proyectar nuestras obras educativas, soñándolas desde una mirada integral, situada y profundamente humana.