Esta nueva edición del documento, a 25 años de su publicación original, fue renovado con el deseo de seguir actualizando la expresión de nuestra herencia educativa común y como medio de apuntar hacia nuevas formas de vivir el carisma de Marcelino Champagnat en el siglo XXI.
Resume el núcleo constitutivo de nuestro estilo educativo incluyendo la visión fundacional y nuestros principios y valores, y los articula con las nuevas realidades del mundo, la Iglesia y el Instituto.
Llama a los maristas a sentirse, ser y actuar como una gran familia global sirviendo a niños y jóvenes en sus diversas contextos, destaca la colaboración de Hermanos, Laicas y Laicos en la misión de educar a las nuevas generaciones y sirve como un marco sólido y adaptable para inspirar a los educadores maristas a mantener vivo el legado de Marcelino y a actuar con decisión ante los actuales desafíos.
Además, este documento posee la riqueza de nuestra internacionalidad lo que hará posible aplicarlo a un universo educativo diverso y plural.
El documento está estructurado en tres partes. En la primera (capítulos 1 y 2) se presenta la persona de Marcelino y se nos invita a todos, como maristas y seguidores suyos, a crecer en corresponsabilidad en el desempeño de la misión. La segunda (capítulos 3, 4 y 5) recoge nuestra visión educativa junto a los niños y jóvenes a los que queremos servir, con una atención especial por los más desfavorecidos, así como la tarea de evangelizar a través de la educación y nuestro carácter propio como maristas. La tercera parte está orientada a la labor que desarrollamos en nuestras diversas obras educativas (capítulo 6).
En esta nueva edición, el capítulo 3, “Presentes entre los niños y jóvenes, especialmente los más desatendidos”, amplía la comprensión y los compromisos derivados de nuestra actuación educativa. Una participación más activa de los niños y jóvenes, la defensa de sus derechos, su protección plasmada en políticas adecuadas y operativas, la educación para la ciudadanía y solidaridad global, y el cuidado de la tierra, “nuestra casa común”, son, entre otros, desafíos destacados de nuestro tiempo con los cuales queremos comprometernos.
Asimismo, el capítulo 6 retoma el ámbito de la educación marista e incluye diversas áreas de actuación: las escuelas, las obras sociales y las instituciones de educación superior. Bajo el título “En nuestras obras educativas”, presentamos los aspectos que son comunes a todas ellas y algunos elementos específicos de cada una. Esta diversificación obedece al deseo de que se comprenda en profundidad el ideal original de Marcelino, tratando de responder a la situación, siempre cambiante, de los jóvenes y los niños.
Ser innovadores en esta tarea es inherente a nuestra fidelidad como discípulos de Jesús al estilo de Marcelino Champagnat.
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