Iniciando su proceso de Pastoral Juvenil Marista, adolescentes de 13 y 14 años de Uruguay compartieron una experiencia de autoconocimiento y de la dimensión comunitaria de la fe en una nueva edición de "el Secreto de los Tres-Uno” entre el 12 y el 14 de septiembre, en el Centro de Espiritualidad Marista de la Casa San José, en Montevideo.

El origen de “El Secreto…”

Continuar el legado del Padre Champagnat fue un gran desafío para los Hermanos que ejercieron el liderazgo de la Congregación a partir de 1840. La ausencia del fundador les implicó la tarea de recoger y sistematizar sus enseñanzas para compartirlas con las nuevas generaciones de Hermanos, pero de tal modo que no perdieran la frescura original, porque el Instituto Marista se encontraba en plena expansión y se necesitaba cultivar una mística que diera sentido a ese dinamismo.

Fue en ese contexto que la comunión de los Hnos. Francisco, Juan María y Juan Bautista resultó especialmente valiosa. A pesar de sus personalidades tan distintas, cada uno aportó sus mejores habilidades y juntos conformaron un gran equipo. Fue tal la sinergia que generaron entre sí, y la unidad que transmitían a los demás, que la historia los recuerda como los Tres-Uno.

La Pastoral Juvenil Marista de las zonas Uruguay y Argentina ha tomado la figura de este trío como inspiración para diseñar un Punto de Encuentro que congregue a quienes se inician en los procesos de Pastoral Juvenil.

Autoconocimiento y Alteridad: las claves de los Encuentros 

Cada año, en dos o tres sedes diferentes, se organiza “El Secreto de los Tres-Uno”, un Encuentro destinado a chicas y chicos de 13 y 14 años, en el cual se les invita a descubrir las habilidades propias y de los otros, y a aprender a ponerlas en juego en una tarea común. A partir de una dinámica particularmente lúdica, y con ejercicios de autoconocimiento y alteridad, se propone hacer experiencia de la dimensión comunitaria de la fe.

En esta nueva edición de “El Secreto de los Tres-Uno” estuvieron representadas las cinco propuestas locales de Pastoral Juvenil Marista que funcionan en Uruguay: Durazno, Pando y tres presencias de Montevideo.

Todo se desarrolló en una atmósfera de alegría, compañerismo y cooperación, en contacto con la naturaleza y al abrigo de un sol primaveral. Al momento de valorar la propuesta, la mayoría de las y los adolescentes destacaron haber descubierto su capacidad de hacer y que, junto a otras y otros, pueden hacer más.

Y como toda experiencia educativa y evangelizadora es bidireccional, las y los jóvenes que colaboraron en el Encuentro también hicieron su propio proceso y descubrieron otros secretos:

Confirmo la convicción de que estos Puntos de Encuentro realmente valen la pena, porque son un hito sumamente positivo en el proceso de los gurises en la Pastoral Juvenil, marcan un antes y un después…

…Particularmente en este Encuentro fue muy lindo el intercambio entre adolescentes de distintas realidades y contextos, así como también la buena disposición y el buen ánimo que se vivió en el Equipo Animador y que seguramente se contagió a los gurises”―expresó Felipe Rovere, uno de los Animadores generales del encuentro.

Y Andrés Zorrilla,  el otro Animador general, agregó:

Un secreto que se me reveló animando este Encuentro fue redescubrir el valor profundo que tiene para las y los adolescentes, y para nosotros como educadores, el carisma marista…

…Son muchas las experiencias de fraternidad vividas este fin de semana, descubiertas y celebradas en pequeños y grandes momentos: muchísimas más de las que podemos percibir desde nuestro lugar. Es un regalo que puedan, y podamos, reconocernos protagonistas de esta historia y de este modo de ser cristianos.” 

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